sábado, 30 de agosto de 2008

ELLOS



Cómo contarlo, quién me creería: algo tan raro.
Fue aquél un primero de Mayo, estaba solo en mi casa, como acostumbraba, tenía esa sensación de ahogo, cansancio. Me recosté en el sofá, agarré un libro, y empecé a leer. Pasaron unos minutos y fue de inmediato que sentí la presencia de alguien: escuchaba murmullos. Revisé todo, busque por toda mi casa , pero no había nadie, un absoluto silencio azotaba mi casa, reconocí que estaba un poco cansado y agobiado de mi trabajo, así que decidí acostarme, y relajarme, pensando que sólo era mi imaginación. Pero volvió a suceder, sentía que alguien estaba atrás mío constantemente, veía que los adornos y objetos se movían, pero creí que eran mis ojos cansados que me engañaban.
Pero ya no era lo mismo, me empecé a desesperar… Me carcomía la cabeza ese pensamientos de que invadían mi casa, trataba de tocarlos, de agarrarlos, pero se me hacía imposible, eran tantos…
En ese instante sentí una sensación de vacío, de frío, los empezaba a ver, veía sus rostros, sus cuerpos, los veía; uno de ellos me indicó un espejo, me aterré al solo movimiento de su mano al señalar… me dirigí hacia el espejo, me veía anormal, estaba claro, me desvanecía, estaba desapareciendo, me hacía invisible a mi vista pero no a la de ellos. Eran tan extraños. No entendía nada, poco a poco entraban más y más, ya no había lugar para mí, cerré mis ojos y al levantar los párpados estaba en la calle, tenía una vista de mi casa pero desde afuera.
Así fue como ellos se apoderaron de mi casa, la invadieron, ahora yo estoy buscando un nuevo hogar, la verdad no só, pero quién sabe, quizás el próximo sea el tuyo, pero no estoy solo: estoy con ellos.

KAREN PIRLA
noveno C

sábado, 23 de agosto de 2008

Matías y el Uritorco



Hace unos años, en Buenos Aires, vivía un niño de doce años llamado Matías. Él siempre creyó en lo sobrenatural, lo inexistente, lo imposible…
Cuando él decía lo que pensaba, y en qué creía, todos, siempre todos, se burlaban de él. Tanto se burlaron que les dijo a sus padres:- vayámonos a otro lado, estoy cansado de las burlas, los chistes, las cargadas o como quieran llamarlo… Los padres le dijeron q sí:- Tenemos un lugar re lindo para irnos, allí pensábamos ir de vacaciones pero bueno vamos ahora.
Eligieron irse al norte de Córdoba, a la ciudad de Capilla del Monte, Matías estaba fascinado con la idea, y en unos días se fueron. Cuando llegaron vieron el paisaje, había varios cerros, entre ellos el famoso Cerro Uritorco. Llegaron, desempacaron todo y Matías dijo:- me voy a escalar el cerro y a recorrer el lugar, regreso por la tarde.
Cuando Matías estaba escalando se encontró con una chica, de más o menos su edad. Matías la vio pero a simple vista, no le dio importancia y siguió escalando. Unos cuantos metros para arriba escuchó unos ruidos, miró al cielo, y vio una luz brillante que en un segundo, se desvaneció entre las estrellas. Al principio se emocionó bastante pero luego recordó que ya se estaba haciendo de noche y debía volver a su casa, por eso siguió escalando. Subió un poco más y en el silencio de la noche se escucho un “HOLA”, era la chica de unos kilómetros abajo, -Hola. –Contestó Matías-. La chica tímidamente se presentó:- Me llamo Clara, ¿y vos? –Yo me llamo Matías, me acabo de mudar.
En eso escucharon como interferencias de radio, los chicos, curiosos, fueron a ver. Los sonidos provenían de una cueva, húmeda y oscura. Entraron, y vieron una roca en forma de tazón que tenía algo tan brillante como misterioso. Las miradas de los chicos se “sumergieron” en la roca y fue como ver lo que pasó antes de la “Vida Humana”.
Los planetas eran planos y estaban unidos como un rompecabezas, donde el sol estaba en el centro de él, luego vieron que de la nada aparecía un ser extraño que tenía dos piernas, dos brazos y cuatro tentáculos. El ser hizo unos movimientos raros y se multiplicó, hasta formar una cantidad incontable.
Los vamos a llamar extraterrestres, juntaban sus manos, con seis dedos cada uno, y las separaban unos diez centímetros y de una luz salía algo sólido, lo que podríamos llamar piedras, pero no eran grandes, eran pequeñas. Con ellas iban formando de a poco una gran montaña.
Como la montaña era muy chica para ser lo que era el extraterrestre se volvió a multiplicar, porque sus copias sólo podían crear una roca en la vida. Cuando ellas sentían que ya no servían desaparecían hasta que quedaba el extraterrestre que las originó. Siempre fue igual hasta que un día una copia y su rebeldía, no querían desaparecer, pero mejor dicho, no por su rebeldía, sino porque su copia creía que debía hacer algo más antes de desvanecerse.
El extraterrestre se dio cuenta que la copia no se desvanecía como las demás. Furioso, porque si no desaparecían todas sus copias no se podría volver a multiplicar y así no se terminaría la montaña, la castigó convirtiéndola en algo transparente, claro, casi invisible…
En ese momento con las pocas multiplicaciones que le quedaban si haber hecho la única piedra que les correspondía formó un bastón y le dijo:- Serás inmortal hasta encontrar a alguien que sea digno de portal este bastón y cambiar el mundo como lo conocemos…
Matías levantó la cabeza pare ver a Clara pero ella no estaba y donde estaba parada había un raro conjunto de piedras unidas entre sí.
Hubo una fuerte ventisca, Matías salió para ver qué pasaba y encontró la zapatilla de Clara y una nota que decía: TOMA EL BASTÓN Y PREPÁRATE PARA EL PRINCIPIO DE UNA NUEVA ERA…

EXPLICACIÓN

Cuando Matías encontró a Clara, ella estaba espiándolo para ver si era el elegido para portar el bastón, como vio que era él, ella se presentó justo en el lugar donde estaba la piedra para que Matías viera lo que había pasado y entendiera bien cómo fueron las cosas.
La montaña no se terminó porque la copia no desaparecía entonces se quedó como un cerro (el Uritorco), la copia era Clara.
Aunque el extraterrestre la había hecho invisible, con el pasar de los años empezó a tomar la forma de una niña, para mezclarse entre los humanos y poder encontrar al elegido/a, la luz que había visto Matías antes de que Clara se presentara era la nave del extraterrestre. Clara lo había llamado para avisarles que estén cerca para pasarla a buscar cuando le haya entregado el bastón al chico. Clara no se desvaneció porque ya era como una hija para el extraterrestre y a él ya le quedaban pocos días de vida entonces la dejó a cargo a ella.

Luciana E. Urristi
octavo C